NOTICIA TECNOLÓGICA
Exploración del vehículo Curiosity en Marte revive posibilidades de hallar agua
Los indicios consisten en la presencia de perclorato de calcio en el suelo marciano, precisaron los astrofísicos.
Ese tipo de sal altamente absorbente hace descender el punto de congelamiento del agua permitiendo que permanezca en estado líquido, según el estudio publicado en la revista Nature.
"Sin embargo, el perclorato de calcio es muy absorbente y al combinarse con el agua baja su punto de congelamiento y la escarcha puede volver a convertirse en líquido". "El suelo es poroso, y lo que estamos observando es que el agua puede infiltrarse hacia abajo"."Cuando cae la noche, parte del vapor de agua en la atmósfera se condensa en la superficie marciana como escarcha", indicó el coautor Morten Bo Madsen del Insituto Niels Bohr de la Universidad de Copenhague.
El Curiosity también envió primeros planos de su recorrido por la zona del Monte Sharp mostrando al parecer sedimentos depositados en un pasado remoto por algún curso de agua.
Si se confirma, el cráter al pie del Monte Sharp pudo haber sido un lago.
El mes pasado, la NASA indicó que casi la mitad del hemisferio norte de Marte fue en alguna época un océano, alcanzando profundidades superiores a los 1.600 metros.
Sin embargo, un 87% del líquido capaz de favorecer la aparición de vida se perdió en el espacio.
En ausencia de ese escudo, los protones simplemente destruyeron la atmósfera poco a poco, según esa hipótesis.Una teoría es que Marte perdió el campo magnético que protegía su superficie del bombardeo por partículas de alta energía enviadas por el Sol.
Aunque se descubra la presencia de agua cerca de la superficie marciana, las condiciones son tan hostiles que la vida sería imposible, según los investigadores.
"Es demasiado seca, demasiado fría y la radiación cósmica es tan poderosa que penetra al menos un metro por debajo de la superficie y mata toda vida, al menos en la forma en que la conocemos en la Tierra", indicó la Universidad.
El explorador marciano Curiosity, que costó a la NASA 2.500 millones de dólares, aterrizó en el planeta rojo en agosto de 2012 con el objetivo de explorar el terreno y buscar rastros que permitan averiguar si hubo vida en Marte.